El Grupo de Trabajo Especial sobre la Revitalización de la Labor de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), copresidido por El Salvador, finalizó tareas el pasado 27 de julio, fecha en la que celebró su última sesión y se aprobó por consenso el informe de dicho mecanismo.
Nuestro país, representando por la embajadora a cargo de su Misión Permanente ante la ONU en Nueva York, Egriselda López, fue elegido en el 2020 por la comunidad internacional para encabezar este grupo, en reconocimiento al liderazgo y sólido compromiso de la gestión del Presidente Nayib Bukele con el multilateralismo.
En ese sentido, El Salvador sumó esfuerzos que abonaron al fortalecimiento de ese organismo, con miras a robustecer el rol, autoridad, eficacia y eficiencia del mismo en el concierto mundial de las naciones. Asimismo, realizó análisis sobre el impacto general del COVID-19, así como la adaptación de sus métodos de trabajo para abordar los actuales desafíos globales frente a ese contexto.
“En la Declaración sobre la Conmemoración del 75º Aniversario de las Naciones Unidas, los Jefes de Estado y de Gobierno, en representación de los pueblos del mundo, se comprometieron a mejorar la labor de la Organización y a seguir revitalizando la Asamblea General para hacer realidad el futuro que queremos, que necesitamos y que nos merecemos”, expresó la diplomática salvadoreña, quien copresidió este espacio desde enero hasta junio del año en curso, junto a su homólogo de Eslovaquia, Michal Mlynár.
En dicho período, se llevaron a cabo reuniones y debates temáticos virtuales sobre la función y autoridad de la Asamblea General, sus métodos de trabajo, la selección y el nombramiento del secretario general y de otros jefes ejecutivos, así como el fortalecimiento de la Oficina de la Presidencia del principal órgano deliberativo de la ONU. Adicionalmente, se organizó un diálogo interactivo entre las Misiones Permanentes y la Secretaría de las Naciones Unidas para analizar el impacto del COVID-19 en la labor de la Asamblea General.
Estas actividades fueron de suma relevancia para recoger insumos y propuestas que, finalmente, dieron lugar a la resolución de Grupo de Trabajo Especial, con las que los 193 Estados miembros llegaron a importantes acuerdos para avanzar en los métodos de acción de este espacio multilateral, así como acciones futuras para su revitalización. De igual forma, se reconoció la necesidad de redoblar esfuerzos para crear resiliencia ante circunstancias excepcionales, como lo ha sido la pandemia.
“La legitimidad, el poder de convocatoria y el impacto normativo de las Naciones Unidas depende en gran medida de que la Organización cuente con una Asamblea General eficaz y eficiente en el desempeño de sus responsabilidades”, señaló la embajadora López en su intervención final. Para cerrar, agradeció a los Estados miembros por su valiosa participación e involucramiento en esta tarea, así como por sus contribuciones, flexibilidad y cooperación en este proceso. “Misión cumplida”, concluyó.
