Publicado el 9 de marzo, 2021
La Cancillería cuenta, desde hace más de 30 años con uno de los talentos de la archivística nacional y un vigía de la historia de la diplomacia: don Evangelio Lovo Castillo.
Sin vacilar y sin consultar un inventario sabe dónde están documentos valiosos de la vida diplomática y del quehacer de la Cancillería.
“Tengo 33 años de estar en el Ministerio y tengo 25 de estar en el Archivo. Siempre ha sido mal interpretado cuando dice la gente que uno está en esta área porque creen que aquí vienen los castigados, en el caso mío no fue así porque a mí me gusta, es donde uno conoce de la historia de Cancillería”, dice don Evangelio, quien está próximo a jubilarse.
“El hecho que yo me vaya, esto no se va a detener sino que vienen las nuevas generaciones y el que viene está jovencito para que siga dando el ejemplo y dando un buen servicio a todos los usuarios”, afirma el archivista quien no ha tenido reparos en transferir su conocimiento a su relevo.
Don Evangelio ha tenido contacto directo con la historia. Así, identifica con facilidad documentos firmados por exmandatarios, excancilleres y personajes históricos mundiales tales como el expresidente de Estados Unidos, Lyndon Johnson o Adolfo Hitler, entre otros.
Con orgullo comenta su aporte y participación en la investigación histórica del Coronel José Arturo Castellanos, militar y diplomático salvadoreño, quien, en su calidad de Cónsul General, durante la Segunda Guerra Mundial se destacó por su labor humanitaria al salvar a cientos judíos del régimen nazi.
Para don Evangelio, todos estos documentos tienen una voz y muchas historias por contar, por ello, cada vez que recurre a ellos, no los considera un papel más, sino un tesoro que debe ser apreciado y cuidado. “Uno vuelve a esos tiempos, hace una rembranza y uno se sorprende de todo lo que aconteció. A mí me gusta siempre ir escudriñando hasta llegar al fondo”, manifesta el experimentado archivista.
Por ello, al hacer un recuento de su experiencia afirma estar orgulloso de culminar su carrera dando paso a las nuevas generaciones. “Ha sido una experiencia muy grande y me voy con la cabeza en alto y me llevaré todo esto en mi corazón. Agradezco al Ministerio por la oportunidad de laborar estos 33 años”, afirmó.
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