Por su parte, la Embajadora de Canadá, Carolina Guay, reiteró el apoyo y solidaridad de su Gobierno en esta coyuntura sanitaria y ambiental. “Para Canadá es importante ofrecer asistencia alimentaria, pero también reforzar la capacidad de las comunidades para adaptarse, mitigar y resistir los efectos de estos desafíos sanitarios y climáticos”, señaló la embajadora de Canadá en El Salvador, Karolina Guay.
Entre tanto, el Oficial Encargado de PMA en El Salvador, Jaakko Valli, indicó que Canadá es un donante importante para el WFP a nivel global y local, y su apoyo permitirá a los participantes comprar comida nutritiva para sus familias en sus comunidades, beneficiando así la economía local. “También contribuirá a que las familias puedan crear nuevos medios de vida para generar ingresos y así puedan mantenerse y alimentarse mejor a mediano y largo plazo”, explicó Valli.
En estas transferencias de fondos participarán mujeres, jóvenes y personas que se dediquen a la agricultura, ganadería, trabajados informales, producción de artesanías y administración de pequeños comedores, cuyos ingresos fueron afectados por la pandemia.
Además, las personas serán capacitadas en nutrición para mejorar la dieta familiar y prevenir la desnutrición infantil; en actividades de recuperación, como la conservación de suelos y agua; y en la creación o reactivación de tareas económicas de mujeres productoras, como la siembra de huertos y la cría de aves de patio. También habrá actividades de sensibilización para abordar las desigualdades basadas en género, discriminación, violencia de género y el relevo generacional.
La selección de los territorios la ha realizado el PMA, considerando los índices de inseguridad alimentaria, tasa de casos confirmados de COVID-19 y la condición nutricional de la niñez.
Asimismo el Gobierno de El Salvador proporcionará información del Registro Único de Participantes (RUP), con la finalidad de que el PMA identifique a las personas en mayor condición de vulnerabilidad de acuerdo a los criterios definidos.
Los daños causados por las tormentas tropicales Amanda y Cristóbal en mayo y junio de 2020, el impacto económico de la pandemia, y los estragos de los huracanes Eta e Iota afectaron la seguridad alimentaria de las familias más vulnerables.
Según una evaluación nacional que el PMA realizó a finales del año 2020, 420 mil personas no pudieron comprar suficientes alimentos para alimentar a sus familias. Este proyecto contribuye con los esfuerzos que ha estado realizando el gobierno, sus socios y entidades humanitarias para asistir a las personas en condición vulnerable.